lunes, 20 de agosto de 2007

Repensando la materia oscura.

Hablábamos ayer de lo importante que es no dar nada por sentado en ciencia y hoy tenemos un ejemplo magnífico. Si hay algo claro en la materia oscura es que prácticamente no sabemos nada de ella. Sólo tenemos hipótesis de trabajo, que probablemente tengamos que revisar varias veces más antes de que se aproximen a la realidad observacional.

Nuevas imágenes del Observatorio de Rayos X Chandra de la NASA combinadas con registros de dos telescopios ópticos terrestres han dado como resultado un nuevo enigma: una colisión entre dos cúmulos gigantes de galaxias parece haber separado a las galaxias de sus núcleos de materia oscura.

La existencia de la materia oscura se postuló hace 75 años, cuando los astrónomos se dieron cuenta que la masa de la Vía Láctea no justificaba la velocidad de sus estrellas. Desde entonces, los científicos han buscado pruebas de la existencia de esta misteriosa sustancia [ver “Luz sobre la materia oscura”] que se supone compone el 25% del universo; la materia visible supondría un 5% y la energía oscura el resto. Su presencia parece necesaria para mantener a una galaxia unida. O eso se pensaba, porque los resultados del Chandra y sus homólogos en tierra muestran, aparentemente, una zona gigantesca de materia oscura y un grupo de galaxias yéndose cada una por su lado.

Las imágenes muestran cientos de galaxias fundiéndose en un cúmulo enorme llamado Abell 520, localizado a unos 2.400 millones de años luz. El Dr. Mahdavi, líder del equipo que ha realizado el estudio, ha podido determinar que algunas galaxias se han desplazado hasta 2 millones de años luz de sus masas de materia oscura, tan lejos que la gravedad ya no volverá a unirlas. Casi tan increíble es que las nubes de gas interestelar caliente que antes estaban en el interior de las galaxias (calentado por la colisión este gas emite rayos X) ha sido retenido por la materia oscura en vez de ser lanzado al espacio.

Es evidente que se necesitan nuevas observaciones antes de intentar sacar conclusiones. De momento, el propio Mahdavi estudiará Abell 520 con el Telescopio Espacial Hubble en busca de nuevas pistas.

La frase profética del astrónomo Arthur Eddington en referencia al universo sigue siendo válida: “Es más extraño de lo que podamos imaginar.”

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